Los tarseros son primates arborícolas que viven en los bosques de
Indonesia, Borneo y las islas Filipinas y Célebes. Son animales
pequeños, menores que una rata, peludos y con extremidades delgadas. El
pelaje es gris-pardusco y la cabeza es grande y redonda.
El
tarsero se caracteriza por tener dos ojos enormes, pues los tarseros son
animales de hábitos nocturnos. El hocico es corto, y las orejas largas y
redondeadas. Los dedos de las manos y de los pies son muy largos;
además terminan en un ensanchamiento que constituye una especie de
almohadilla adhesiva que le sirve al animal para agarrarse a las ramas y
troncos de los árboles. La cola es larga y termina en un penacho de
pelos. Las extremidades posteriores están muy desarrolladas; esto
constituye una adaptación al salto, forma del tarsero de desplazarse de
un árbol a otro.
Los tarseros se alimentan sobre todo de
insectos, lagartos y arañas. Son animales solitarios y la reproducción
tiene lugar en cualquier época del año; la hembra pare una sola cría.
Las tres especies de tarseros son el tarsero malayo, el tarsero filipino
y el tarsero espectro, también llamado espíritu del bosque, mono
fantasma o tarsero de las Célebes.